Un cajón para compartir sueños, deseos, anhelos, historias...

y algún que otro secreto de esas noches en que la luna nos sonríe

jueves, 8 de mayo de 2008

Insomnio


Un estudio apagado, casi sin luz. El ordenador está encendido aún y alguien teclea despacio contemplando un atardecer desde la ventana. Desde allí pueden verse los jardines de los chalets contiguos. La luz tímida de las farolas comienza a iluminar los verdes que dibujan la escena y tiritan en el cielo las primeras estrellas.
Esa persona mira la pantalla del monitor ensimismada, como buscando allí algo que no encuentra dentro de sí misma, como si quisiese rescatar de allí las palabras que adecuasen a un código comprensible la estupidez inexplicable que la retiene frente a esa pantalla sin vida. Pero no encuentra de ese modo la respuesta al automatismo sonámbulo que la mantiene atada al respaldo de la silla. La velocidad de sus pensamientos desordenados no es en absoluto comparable al ritmo en que una sucesión de torpes letras colorea poco a poco la página en blanco de su ordenador. Pero de pronto, casi al mismo tiempo que el manto frío de la noche ha deslucido los verdes del exterior, se levanta de allí y deja en suspenso el fragmentado discurso.

Al día siguiente algo la movió hasta el mismo estudio para contemplar la misma ventana, pero esta vez la noche ya había caído completamente e impedía con naturalidad la vista de los árboles que enfrentaban con la casa. Hacía tiempo que todas las noches se dirigía hasta el ordenador movida por un aburrimiento que comenzaba a parecerle algo insoportable, aunque sospechaba que se trataba de algo más habitual de lo que siempre había supuesto. Entonces, se sentaba frente al ordenador y se conectaba un rato a Internet, aunque casi nunca sabía exactamente qué buscaba o sobre quién esperaba noticias cuando consultaba ansiosa su cuenta de correo electrónico. A veces, si no se le presentaba nada interesante empezaba a escribir cosas que casi siempre dejaba a medias. Esa era una de estas noches, y este podría ser uno de esos textos.

Mientras escribía unas líneas a las que entonces aún no había otorgado sentido alguno....

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